Este pueblo tiene sus maravillosas costas como una de las principales atracciones turísticas, pero oculta muchos aspectos que lo hacen más llamativo.
Por: Juan Carlos Díaz
Al escuchar hablar de Punta Umbría, lo primero que se les viene a las personas a la cabeza son sus playas, el principal punto de atención, sobre todo cuando llega el calor y el verano. Pero este pequeño pueblo costero tiene una gran cantidad de secretos que hacen de él una visita indispensable.
Punta Umbría es un pueblo con una gran historia inglesa detrás de él, y en él se encuentra la Casa Museo de los Ingleses. Para los más aficionados a la historia, visitarla debe ser indispensable. Una casa que refleja la historia de los británicos en Huelva desde su instalación en el siglo XIX. Desde el Centro de Turismo de Punta Umbría afirman que esta historia viene principalmente debido a que “los británicos visitaban estacionalmente las playas como lugar de descanso y establecieron aquí un Barrio de Salud«.

Costumbres, tradiciones…
hasta uno de los casos que marcó un antes y un después en la II Guerra Mundial y en este pueblo. El caso William Martin, el hombre que nunca existió. ¿Quién era William Martin? Fue la identidad que se le dio a un cadáver arrojado en las playas de Punta Umbría. Un cadáver que llevaba una serie de documentos secretos relacionados con la ofensiva de los aliados. Tal fue la importancia de William Martin que actualmente su tumba se encuentra en Huelva. Esta casa alberga una gran cantidad de secretos de la historia británica de Punta Umbría.
Retrocediendo más en el tiempo, se ha de resaltar la Torre Almenara, una torre vigía con más de 400 años de historia. Una torre utilizada en su tiempo para vigilar los ataques que llegaban de distintos lugares y así poder defenderse. Esta torre no fue abierta al público hasta el año 2003, cuando se cumplían 40 años de la independencia de Punta Umbría. Si la Casa de los Ingleses albergaba documentos y costumbre de una historia algo más reciente, la historia antigua de Punta Umbría se encuentra aquí, en la Torre Almenara. Desde documentos sobre su edificación hasta un vértice geodésico, construido en 1871. En esta torre, visible para muchos, pero visitada por menos, se encuentran los entresijos de la Punta Umbría de la Edad Moderna, desconocida para una gran cantidad de personas.
En estos documentos ya mencionados, se puede encontrar lo siguiente: “Esta torre ha de ser terraplenada la tercera parte como la otra que se entiende está el cordón primero” Indicaciones de cómo debía ser construida la misma.

Punta Umbría no sería lo que es sin su romería. Albergada en mayo, mueve a todo el pueblo detrás de su simpecado hasta el recinto romero, situado en las afueras del pueblo. Un fin de semana donde la pasión por la Santa Cruz, el flamenco y, también importante, la diversión, se hacen de notar entre todos los puntaumbrieños. Estos acompañan a su simpecado a pie o a caballo, además de quienes deciden hacer el trayecto en un carro junto a sus seres queridos, imprescindibles en fechas como esta. En estas fechas se aprovecha para conocer al Hermano Mayor de la Santa Cruz del año posterior.

Una fecha marcada en el calendario de muchos puntaumbrieños, para quienes la romería es algo imprescindible, una pasión que les viene inculcada de generaciones pasadas y que se encargan de seguir llevando con ellos el tiempo durante toda su vida.
La Romería de la Santa Cruz es una fiesta que mueve a miles de personas, todo el pueblo se da cita en el recinto romero de la Norieta. Aunque otra tradición en el pueblo es que, cada día 1 de mayo, se hace el trayecto hacia el recinto, haciendo ida y vuelta el mismo día. Una manera de calentar los motores para el gran fin de semana que les espera en la Romería. ¿La principal motivación del ayuntamiento para este día? Pues según palabras del propio alcalde «lograr que los romeros puedan disfrutar de un día agradable y sin percances”
Por último, es indispensable hablar de la Virgen del Carmen, la patrona de los marineros y de gran importancia en este pueblo. La pasión por ella es enorme, esto es algo que lleva a que dos días al año, el 15 de julio y el 16 de agosto, los puntaumbrieños salgan a las calles del pueblo con ella a hombros para mostrar su belleza al resto de personas. Coincidiendo con su salida en agosto son las fiestas del pueblo, donde entre otras cosas, tiene lugar la Feria o la conocida como cucaña, donde muchas personas compiten por conseguir unas banderas con una dificultad, tienen que recorrer un poste lleno de cera resbaladiza para lograrlo. Puede sonar peligroso, pero la ilusión de los puntaumbrieños por conseguir esos premios es mayor que cualquier peligro. Estas son unas fiestas que comienzan con la salida de los gigantes cabezudos por las calles del pueblo, para hacer reír a los más pequeños.

Para los puntaumbrieños, su pueblo lo es todo. Llevan a su Punta Umbría allá donde vayan. La frase que más repiten los habitantes del pueblo es “mucho más que una simple playa, es un lugar digno de ser uno de los mejores de Andalucía”. La gente de aquí es muy de aquí, muchos afirman que pueden marcharse a vivir a otro lugar por motivos de trabajo, estudio… pero que siempre acaban regresando porque “es inevitable echar de menos Punta Umbría”. El pueblo tiene algo que te acaba llamando para volver, es un pueblo lleno de alegría y eso se refleja en la cantidad de gente que lo tiene como principal destino ya sea para sus vacaciones, o para simplemente pasar unos días de desconexión.
Es cierto, las playas de Punta Umbría son de mucho interés. Pero este pueblo tiene muchísimos aspectos que pueden ser interesantes de ver y que pueden llamar la atención de las personas. En este reportaje solo se muestran algunos de ellos, pero hay muchísimos más, tantos que, si se hablase de todos, esto no acabaría nunca. Gracias a estos monumentos, fiestas, tradiciones… queda reflejado que, aunque su costa es muy importante y de interés, Punta Umbría es mucho más que solo la playa.